Publicada en Punto Medio el viernes 4 de septiembre, 2020.

  • Ricardo Núñez, “el mal ejemplo” como autoridad de Cuautitlán Izcalli.

No cabe duda que estamos viviendo momentos muy complicados en todos los sentidos. Tenemos alrededor de medio año padeciendo los efectos de un virus que ha puesto de cabeza al mundo entero. En este escenario, se han perdido empleos, empresas, esperanzas, y poco a poco, la gente quiere regresar a la normalidad.

En ese intento, miles de empresarios y pequeños comerciantes se han visto frenados y en ocasiones, hasta obligados a no abrir sus negocios por el temor, fundado, de no propiciar un mayor número de contagios. En este juego, porque así están establecidas las reglas, el “gobierno” es el que tiene que ser el rector, y en ocasiones, es el “villano” de la historia.

Y aunque en Cuautitlán Izcalli las medidas de mitigación para contener la propagación del coronavirus han sido muy relajadas y casi inexistentes, hemos visto al alcalde Ricardo Núñez Ayala hacer algunas visitas a negocios y mercados; hemos registrado imágenes en donde, incluso, se “envalentonó” encarando a un comerciante en el Mercado del Carmen, en sus gritos desesperados para que atendieran el llamado a la sana distancia y al uso del cubrebocas.

O bien, acudiendo a bares y “a grito” asistido con patrullas, pedirle a los comensales que se retiraran del lugar; en fin, varias imágenes en donde el protagonista de la aplicación de la norma, era directamente el presidente municipal.

Pues bien, justo ahora en donde los “contagios están en el limbo”, porque, de verdad, no se sabe a ciencia cierta si es que van bajando, o bien, se están ocultando por parte de las autoridades para ya no generar tanto pánico, al alcalde de Cuautitlán Izcalli se le ocurrió darnos un ejemplo de la incongruencia y de la irresponsabilidad.

Y aquí aplica la máxima popular de que “las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”. El fin de semana pasado, el presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, Ricardo Núñez Ayala, fue captado en una fiesta masiva, cantando a todo pulmón con artistas de renombre, en una reunión-baile: sin cubrebocas, y por lógica, sin respetar la sana distancia.

Y si bien, nos encontramos ante un hecho que transita en la delgada línea de lo público y lo privado, habrá que traer a la mesa la máxima de que cuando uno es alcalde, diputado o presidente, se es “las 24 horas del día; los 365 días del año; 24/7, dicen los que saben”.

Las imágenes (y seguramente habrá video de ello) fueron ampliamente difundidas en las redes sociales y con justa razón, el presidente municipal fue duramente criticado; y creo que no era para menos. No se puede ser líder y guía, si no eres parejo y congruente en tu decir, con el actuar. Menos, si perteneces a un partido, Morena, que en teoría venía a impulsar un nuevo cambio de régimen; un cambio de las formas de hacer políticas y un cambio en el ser, de sus representantes en el gobierno.

En el caso específico de Cuautitlán Izcalli, como lo estamos viendo y padeciendo, todo quedó en lo de siempre, en una simple promesa; en más de lo mismo, sólo que peor ejecutado; más burdo.

Hay voces que indican que la pandemia no se ha manejado de la mejor manera en Cuautitlán Izcalli y ésta, es una muestra de ello. No hay seriedad ni mucho menos, responsabilidad. Hay que recordar que el alcalde Ricardo Núñez Ayala, no tiene mucho que dio positivo a Covid-19, y a estas alturas, no se sabe a ciencia cierta si es que ya está o en ese momento, estaba recuperado al 100 por ciento. Muy mal la verdad por el presidente que no se cuida y no se ve que le importa cuidar a los demás.

¿Qué pasará de ahora en adelante? Creerá el alcalde Ricardo Núñez Ayala que tendrá la “calidad moral” para llamar a la gente a quedarse en casa; de no hacer reuniones masivas ni de participar en fiestas. ¿La tendrá?. Este jueves, en la sesión de Cabildo, anunció que no habrá festejo presencial del Grito de Independencia como es tradicional, que habrá, sí, una ceremonia virtual. Y cerró, llamando a no participar en conglomeraciones, en reuniones masivas. ¿La ciudadanía le hará caso?; ¿la castigará en caso de que no atienda la recomendación?. La congruencia nos apuntaría a que esto, no va a terminar nada bien; no pocos le sacarán o reprocharán su grave irresponsabilidad, tanto como ciudadano, como autoridad. Y bien ganado.

Publicada en Punto Medio el viernes 28 de agosto de 2020

* Ahora sí que hay que preocuparse; el alcalde de Cuautitlán #Izcalli defiende a su “primo” del área de Parques y Jardines.

No cabe duda que cuando uno no reconoce que hay problemas, muy difícilmente podrá trabajar de una manera objetiva para resolverlos y superarlos. Creo que para la gran mayoría de los izcallenses, quedará claro que una de las áreas del gobierno municipal que no está haciendo bien su trabajo, es la que tiene que ver con Servicios Públicos, y más aún, porque los parques y áreas verdes, no han tenido un buen mantenimiento. Y lo peor, es que a la fecha, no se ha visto un programa permanente y bien estructurado, para tener estos espacios en óptimas condiciones.

Pues bien, esta semana, en el Cabildo de este jueves, el tema salió a colación por parte de la regidora Claudia Bravo, quien le hizo la observación al presidente municipal, Ricardo Núñez Ayala, sobre algunas deficiencias en esta área, que por cierto, está comandada por su “primo hermano”, de nombre Felipe Ayala. Al margen del tema de “nepotismo” que algunos han señalado, la crítica y observación, fue sobre su trabajo.

Según expuso la regidora del PAN, hay quejas de peticiones que se hicieron desde hace más de un año, sobre algunos apoyos para poda y derribo de árboles, y éste funcionario, ha respondido que se programarán, hasta el siguiente año.

Por otro lado, también, le echaron en cara al alcalde que, para la reapertura de los parques públicos luego del cierre por la pandemia, se había anunciado que recibirían mantenimiento para brindar mejores condiciones a los asistentes. Al menos, el Parque Espejo de los Lirios, el trabajo fue muy deficiente, y hay dudas, de que no se hizo.

En un recorrido que hicimos por ese parque, nos percatamos de lo que la regidora denunció en el Cabildo; un parque sucio y descuidado. Sobre las deficiencias en cuanto al programa de reapertura de los parques, fue el propio síndico Edgar Martínez, de Morena, quien también hizo algunos señalamientos sobre deficiencias, para garantizar un regreso seguro a esa actividad y combatir la propagación del Covid-19.

Claudia Bravo dijo que, el área de Parques y Jardines, fue una de las más beneficiadas dentro del Presupuesto 2020, a la que se le destinaron varios millones de pesos para equipo y herramientas, y por desgracia, ese apoyo no se está viendo reflejado en las calles ni en un buen servicio a la ciudadanía.

Ante el reclamo, el alcalde Ricardo Núñez Ayala defendió el trabajo que se ha hecho en el área que dirige su “primo hermano”; y dijo, que es de las áreas que más ha trabajado en esta administración. Sí… así como lo lee. Y tan luego escuche la declaración, empecé a reflexionar sobre el problema.

Si esta área es la que más ha trabajado y la que mejores resultados ha dado, ahora se entiende el nivel de exigencia que tiene el presidente municipal de Cuautitlán Izcalli. Ahora comprendo por qué, la ciudad, casi toda, está convertida en un auténtico muladar.

Y es que se necesitaría estar ciego para no ver lo descuidado que están los camellones; en algunas avenidas, el pasto, ya rebasó el área de la guarnición y ya invade parte de la carpeta de rodamiento. Los parques no se diga, sin mantenimiento y sucios. En fin, un verdadero desastre.

Una noticia que podría ser positiva, es la contratación de 350 personas que, de manera temporal, le entrarán a labores de mantenimiento en las calles y avenidas; será por dos meses, esperemos que avancen y que logren darle una manita de gato a la imagen urbana. Es una lástima que, a casi un año 8 meses de gestión, no se haya tenido la capacidad, siquiera, de tener en óptimas condiciones la zona centro del municipio.

Pareciera que esta acción, tiene tintes netamente electoreros; recuerden que ya se vienen elecciones el próximo año y hay que dar a entender que sí se está trabajando. Para el caso de la causa del ahora alcalde, me parece que su suerte está echada. La mala imagen, para algunos, bien ganada, de que es una persona que no tuvo la capacidad para gobernar un municipio tan importante como Cuautitlán Izcalli, muy difícilmente se la podrá sacudir.

* Nueva Normalidad: repunta robo de vehículos en Cuautitlán Izcalli; se robaron 204 en julio.

* Punto Medio, 17 Aniversario.

Por desgracia, ya lo habíamos advertido hace algunas semanas, que la disminución del índice delictivo en Cuautitlán Izcalli durante los meses de abril, mayo y junio de este 2020, tenían una explicación en el decremento de la movilidad urbana producto de la emergencia por la pandemia de Covid-19.

Por ahí de mayo, literal, las autoridades municipales en voz del comisario y el alcalde Ricardo Núñez, “salieron a presumir”, por así decirlo, una disminución hasta del 40 por ciento en el robo de vehículos, tratando de hacer creer, que ésta, se debió a una estrategia implementada por la policía. Cosa más alejada de la realidad.

Pues bien, en el mes de julio, con semáforo rojo encima, el gobierno estatal decidió reabrir varias de las actividades económicas, y con ello, un aumento considerable de la movilidad en el espacio público. Una muestra de la efectividad en la estrategia de seguridad, era ver si con el regreso de la gente a las calles, esas tendencias a la baja de la criminalidad, se mantenían. Pero no, por desgracia, no sucedió así.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dio a conocer ayer sus cifras mensuales más recientes, que corresponden al mes de julio, y se registró un repunte considerable. De 160 vehículos robados en el mes de junio, subió a 204 en el mes que se informa. Tuvo un incremento mayor al 20 por ciento.

Lo dijimos muy claro hace unos meses: “una golondrina no hace verano”, y también, decíamos que no era muy sano “echar las campanas al vuelo” por un mes bajo, que estaba influenciado por el aislamiento domiciliario de gran parte de la población. Hoy, Cuautitlán Izcalli ocupa el nada honroso tercer lugar estatal en robo de vehículos, considerando el número de casos por cada 100 mil habitantes.

Lo mismo sucedió en el índice de “robo a negocios”, sin considerar su cifra negra de casos que no se denuncia, se “disparó” a su nivel más alto para un registro mensual en lo que va del 2020, con 100 casos denunciados.

En el mes de junio se denunciaron 62 casos y en el mes de mayo 29. Los números no son nada alentadores. En este delito, estamos en el cuarto lugar estatal considerando el número de casos por cada 100 mil habitantes, con un acumulado de 464 querellas levantadas.

Otro delito que regresó a sus niveles de inicio de año, como era de esperarse, es el del “robo a transeúnte”. En el mes de enero se denunciaron 59 casos, en febrero 67, marzo 62, abril 38, mayo 40, junio 52 y julio 66; en este delito, también hay una gran cifra negra de robos que no se denuncian.

Otro índice que se disparó y se reflejó en las denuncias, fue el robo en transporte público e individual, con 106 casos en enero, 94 en febrero, 86 en marzo, 83 en abril, 79 en mayo, 84 en junio, y 124 en julio. Cómo se podrá apreciar, estamos volviendo a la “nueva normalidad”, o más bien, a la “triste realidad”.

En este marco, en regidor del PRI en el Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, en la sesión de Cabildo de este jueves, evidenció que no se ha trabajado nada en la Comisión de Seguridad, tanto, que ni siquiera se ha presentado el plan que se está implementando por este gobierno para combatir a la delincuencia. Igual y por eso, se explican los resultados que se obtienen en los índices delictivo, que son al final, un reflejo de lo que está pasando en las calles.

Y bueno, los resultados nada favorables no sólo se están dando en las cifras de la criminalidad, sino que, también, en las conductas de los uniformados ante los ciudadanos. Esta semana, Cuautitlán Izcalli fue noticia nacional por el incidente de una presunta extorsión en contra de un futbolista profesional; y más atrás, por los lamentables hechos de violencia en contra de izcallenses que se manifestaban. Todo parece indicar que la capacitación para tener mejores elementos, ha quedado en una promesa más, o bien, ésta no está funcionando para ganar terreno en la recuperación del prestigio que debe tener el policía.

*Un año más de experiencias y aprendizajes.

No quiero dejar pasar la oportunidad para agradecer a todos los patrocinadores y amigos de este semanario, que el próximo 22 de agosto, cumple sus 17 años de vida; ¡va por su mayoría de edad!.

A lo largo de estos 17 años de actividad periodística, nos ha tocado escribir la historia y registrarla en el papel; y si bien por el momento hicimos una pausa obligada por el coronavirus, le esencia de nuestra labor informativa la hemos transportado a otras plataformas, como lo son los medios digitales.

Seguimos con el mismo ánimo y con el mismo compromiso. Somos periodistas de carrera y el medio es sólo el canal para mantenernos en comunicación con nuestro público. Gracias a ustedes y a su preferencia, es que seguimos aquí, informando de lo que pasa en nuestro municipio y sus alrededores, siempre confiando y apostando por un periodismo local de altura. Muchas gracias por su acompañamiento. Ya habrá momento de celebrar como se merece.

* ¿Ya se habrá cansado el alcalde?; sus ausencias, una mala señal

Una vez más, el presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, Ricardo Núñez Ayala, faltó a la sesión del Ayuntamiento de este jueves 21 de noviembre; son ya 5 las ausencias que suma, sin contar que, por lo menos, la sesión extraordinaria permanente para las comparecencias de los directores, ya han sido cuatro los llamados, a los cuales, tampoco ha asistido.

Las ausencias del alcalde a las sesiones de Cabildo ya han provocado que la imaginación de muchos, vuele; y hay versiones que indican que posiblemente deje el cargo, o bien, que ya haya dejado a un lado sus convicciones de atender personalmente los temas que atañen al municipio.

El asunto no es menor, sobre todo, porque por ahí algunos ediles ya están estudiando si es que las suplencias del secretario del Ayuntamiento son legales, sobre todo, porque las ausencias temporales del alcalde, tiene sus reglas y sus disposiciones. Por ejemplo, en la sesión en donde se abrieron las comparecencias, Ricardo Núñez se presentó y se retiró, diciendo que ahí dejaba al secretario del Ayuntamiento como encargado de la sesión, cosa que, para algunos estudiosos del Derecho, no está del todo claro si es que está permitido.

Cuál sería la justificación, en ese caso, de su inasistencia: qué tenía otras cosas más importantes que hacer. Enfermedad no creo, puesto que se veía en buenas condiciones, más bien, para muchos, no quiso hacer frente a los cuestionamientos ante los posibles temas que surgieran de las comparecencias, que dicho sea de paso, han salido muchos.

Uno de ellos, es que el contralor no cumple con la ley, ya que, a más de 10 meses de haber asumido el cargo, reconoció que aún no cuenta con la certificación que la norma le exige. Pregunta obligada, ¿el alcalde sabía de esto? ¿O será que es por razones como ésta, que está aplicando la “política avestruz”?.

Las comparecencias están resultando una buena radiografía de lo que está pasando en Cuautitlán Izcalli; de hecho, ahí están los “porqués”, de muchas deficiencias que se ven en la calle. El alcalde debería estar enterado de ellas, pero por lo que se ve, no lo está, ni mucho menos, tiene el interés de conocerlas, al menos, esa es la señal que manda.

Justo ahora que se conmemoró el inicio de la Revolución, precisamente el alcalde emitió un mensaje muy político, fuera de lugar para mi gusto, en donde se ve que su actitud ha cambiado y se está tornando un tanto soberbia. Entre muchas otras cosas, perece indicar que se sigue sintiendo “perseguido político o víctima del sistema”, cuando creo que no se ha dado cuenta, que ya es parte del sistema. Sin quererlo o con conocimiento de causa, ha perdido la valiosa oportunidad de ser y hacer la diferencia. Muchas cosas que se prometieron en campaña no han cambiado, y esto, tendrá su costo político, al menos, para él como personaje. 

Entre otras cosas dijo que en estos momentos, él se está fijando y poniendo todas sus energías, en las “cosas importantes”, y que no se está distrayendo en las que no son importantes. 

Luego entonces, quiero entender que, si no está acudiendo al Cabildo, es porque no es un tema importante, al igual que las comparecencias de sus directores. Y si así fuera, debería estar al tanto  de lo que ahí se dice. Bajo esta lógica, veremos qué es lo que hace con el tema, por ejemplo, de su contralor, que ya más de un regidor ha dado cuenta de esta anomalía al OSFEM. 

Ojalá que esté atendiendo las cosas importantes, y no vaya a ser que, como cuando lo entrevisté en una ocasión, me diga que mejor ahí le paramos, porque “ya está cansadito”.

Columna editada en el semanario Punto Medio, edición 747, 22 de noviembre 2019

* ¿Dónde quedaron las promesas de campaña?

Vamos a iniciar la columna de esta semana citando al regidor de Morena en Cuautitlán Izcalli, Agustín Mercado Benítez, que sacó a colación un tema que ya hemos tocado en este espacio, y que tiene que ver con las promesas de campaña que hiciera, en su momento, el hoy presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, Ricardo Núñez Ayala. Las declaraciones toman relevancia porque se trata de un miembro de la “Cuarta Transformación”, supongo, que a estas palabras, no se les puede calificar como provenientes de alguien que está en la “mafia del poder”, o algo por el estilo. 

“Yo quiero mencionar que, subir el valor catastral, se verá reflejado en el incremento al predial y el pago del agua; se prometió en campaña, bajar el sueldo, mejorar servicios, no se ha cumplido; y por el contrario, ahora además de ello, se pretende castigar a los ciudadanos pretendiendo subir demasiado el valor catastral. Morena no llegó para ser igual que los otros partidos, llegamos para darle mejores condiciones a los ciudadanos, es por eso que mi voto va a ser en contra de este punto”.

Lo anterior, lo expresó en el marco de la propuesta del Gobierno de su compañero Ricardo Núñez, para subir las tablas del Valor Unitario de Suelo y Construcción, para el ejercicio fiscal 2020, las cuales, con su incremento, impactará a la alza en el pago del impuesto predial.

Como ya lo hemos advertido, no son pocos los que piensan que este gobierno está quedando a deber y que se parece, en mucho, a los que le antecedieron. Lo malo, es que la llegada de Morena al gobierno, fue con la bandera de ser un “cambio verdadero”, lo cual, no se está viendo ni en las calles, ni en la forma de administrar los recursos para resolver los problemas que tenemos como comunidad.

En la larga lista de asignaturas pendientes, que no lo digo yo, sino que lo han demandado los regidores en los Cabildos, está la “transparencia y la rendición de cuentas”, la cual, ya se está pidiendo a gritos y el alcalde no la concede; es más, pareciera que la dilata, que la retrasa como estrategia para que los ediles no puedan hacer su trabajo. 

Pues resulta que, la semana pasada, 8 de los regidores pidieron al alcalde que llamara a comparecer a los directores de área, para analizar su trabajo, y a partir de ello, realizar propuestas para obtener mejores resultados; la iniciativa, fue enviada a comisiones, muy al estilo de antes, con la idea de retrasar, y en una de esas, hasta congelar la propuesta. 

Pues bien, esta semana otros dos ediles se sumaron a la propuesta, y fueron precisamente, del partido Morena; específicamente, los síndicos Edgar Martínez y Alejandra Miranda, quienes se sumaron a las voces para que los directores, comparezcan ante el pleno del Cabildo en un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas.

Un buen gobierno requiere mucho más que retórica y promesas. Ricardo Núñez Ayala ofreció en campaña, encabezar una administración transparente y pulcra; en donde el ciudadano, iba a saber todo, como si estuviera viendo a través de una “caja de cristal”; iba a conocer sobre cada peso que ingresaba a las arcas, y de cada peso que saliera de ellas. Hoy, a juzgar por los hechos y los resultados, estamos muy lejos de lo que fue la propuesta. La promesa, por desgracia, quedó en eso, en lo que siempre hacen los políticos: mentirle a la gente.

Está por terminar el primer año de ejercicio de este trienio; para muchos, tiempo perdido porque no se ven avances. Ojalá que se recomponga el rumbo, por el bien de Izcalli.

(Editada el 18 de octubre en la edición 742 de Punto Medio)